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El gran poema amoroso de la Biblia - Porque Dios es muy romantico

Que romántica es la biblia!



Dios es muy realista. Por eso de los personajes bíblicos no se ocultan ni sus debilidades ni sus errores. Pero su realismo no le impide ser "romántico". Prueba de ello es que hay todo un libro de la biblia, el cantar de los cantares de Salomón, donde el tema único es el amor entre el esposo y la esposa. Expresando hermosos versos

Dame un beso de tus labios!

¡Llévame pronto contigo!
¡Llévame, oh rey, a tus habitaciones!
contigo estaremos muy alegres, me robaste el corazón hermanita, novia mía;
me robaste el corazón con una sola mirada tuya...

Que agradables son tus caricias, hermanita, novia mía!..
Novia mía, de tus labios brota miel..
¡Miel y leche hay debajo de tu lengua!
¡Como fragancia del libano, es la fragancia de tu vestido!
Llévame grabada en tu corazón, ¡Llévame grabada en tu brazo!
El amor es inquebrantable como la muerte; La pasión, inflexible como el sepulcro.
¡El fuego ardiente del amor es una llama divina!
El agua de todos los mares no podría apagar el amor.

El gran poema amoroso de la biblia

El Cantar de los cantares de la biblia con sus expresiones poéticas sublimes que aluden al deleite del juego amoroso entre el esposo y la esposa. Es de obligada lectura para todas las parejas, por la forma tan bella y sugerente que tiene que presentar los consejos divinos para una relación conyugal gratificante y feliz.


LA ESPOSA

Como un manzano
 entre arboles silvestres 
es mi amado entre los jóvenes.
A su sombra deseada me senté
 y su fruto fue dulce a mi paladar. (2:3)

EL ESPOSO

Cautivaste mi corazón,
hermana y esposa mía,
con una mirada de tus ojos;
con una vuelta de tu collar
cautivaste mi corazón.
¡Cuán delicioso es tu amor,
hermana y esposa mía. (4:9-10)

LA ESPOSA

¡Levántate, Aquilón,
y ben, Austro!
¡Soplen en mi jardín
y esparzan su perfume!
Ven, amado mio, a tu jardín
y come de sus dulces frutos (4:16)

EL ESPOSO

He entrado ya en mi jardín,
hermana, esposa mía.
Ya he tomado mi mirra y mis perfumes,
ya he probado la miel de mi panal, 
yo he bebido mi vino y mi leche (5:1)

LA ESPOSA

Su paladar es dulcisimo,
¡Todo en el me atrae!
Así es mi amado, 
así es el gran amor mio,
mujeres de Jerusalèn (5:16)

EL ESPOSO

¡Que hermosa eres
y cuán suave, oh amor deleitoso!
Tu talle como la palmera;
tus pechos, como sus racimos.
Yo dije. " Subiré a la
palmera y asiré sus frutos.
Deja que sean tus pechos
como racimos de vid,
y como de manzanas,
la fragancia de tu aliento. (7:10-13)

LA ESPOSA

Yo soy de mi amado, y en mi
tiene su contentamiento.
Anda, amado mio, vayamos al campo.
............................................
¡Allí te daré mis amores!
............................................
A nuestras puertas hay
 toda su suerte de deliciosas frutas, 
frescas y secas, que para ti,
amado mio, he guardado (7:10-13)






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